"Te conduciré más allá de los confines
y guiaré tus dedos
que rasgarán los velos de la forma uno tras otro.
Como niebla que, poco a poco, se va aclarando
y va revelando los detalles del paisaje.
Hasta que tus ojos brillen posándose sobre
el magnífico rostro de la verdadera realidad,
como irradiantes nubes espléndidamente variables,
que ningún cielo volverá a ver nunca iguales".
(c)